Las joyas siempre han sido algo más. Detrás de ellas hay una historia familiar, romántica o de amistad que se queda allí para siempre. El valor sentimental de las joyas es algo que supera al económico, permaneciendo inmutable en el tiempo y transmitiéndose de generación en generación.

Esa joya pudo llevarla alguien en su boda, regalársela en un aniversario o, incluso, pedir matrimonio con ella. Además, también han servido para mostrar poder o importancia a lo largo de la historia. Y por último, es normal reservársela para ponérsela en un momento especial.

Más allá de lo estético: el valor sentimental de las joyas

Cuando pensamos en el valor sentimental de las joyas, no se nos viene a la cabeza un material. Nos da igual que sea de oro, de plata o, incluso, que tenga diamantes. Tampoco nos importa si no tiene tanto valor económico. Para nosotros lo más importante es el sentimiento que nos produce.

Como hemos dicho, puede haber sido un regalo o, incluso, un autorregalo. Algo que te recuerda al primer día en el trabajo, a un evento importante o, simplemente, por capricho. Asimismo, puede ser un anillo de compromiso, una alianza o, incluso, un regalo de graduación.

Detrás de cada joya, hay una historia. Cuando alguien la hereda, por ejemplo, no siempre la sabe. A veces, todo queda entre la persona difunta y la que se lo ha regalado. Pero saben que, si lo ha guardado durante tantos años, es porque era importante.

No todas consiguen sobrevivir al paso del tiempo, pero cuando lo hacen da una sensación increíble. Si están hechas de un material bueno, es más posible que se mantenga intacta a lo largo de los años. Y desde luego, el valor sentimental de las joyas es infinito.

Cuánto vale una joya

A pesar de que hay que tener en cuenta el valor sentimental de las joyas, cuando se tasan en lo que se fija un joyero es en su peso y materiales. Además, se le suma el tiempo que ha transcurrido y lo que han vivido. Por este motivo, es habitual que las joyas que pertenecen a reyes o a personalidades influyentes alcance unas cifras enormes, sobre todo si son de hace varios siglos.

En muchas ocasiones es complicado deshacerse de ellas, aunque se tenga una necesidad. Son una herencia muy valiosa y si se conoce la historia tras ellas, es aún más complejo. Por eso, es importante encontrar un tasador que valore todo esto.

Cuando llegan las fiestas, un cumpleaños o cualquier otro evento y regalamos una joya, hay que tener en cuenta que pueden convertirse en un símbolo. Y su valor se mantendrá durante años, además de poder pasarse de generación en generación.

Nuestra historia familiar es importante y, por eso, hay que tener siempre en consideración el valor sentimental de las joyas. En Joyerías Azabache contamos con un gran catálogo de piezas artesanales que pueden convertirse en esa joya que pase de generación en generación. Encuentra la que más te guste: tenemos más de 35 años de experiencia y vendemos piezas eternas.